No lo sé. Quizá por tus ojos. Esos ojos que me hipnotizan. Tal vez por tu sonrisa. Esa sonrisa que me hace reír pase lo que pase. Por tu boca, tus labios… Por tus pequeñas manías. Esas que tanto me desquician y que a la vez me gustan tanto de tí. Como morderse el labio o como hacerme cosquillitas. Tus brazos. Esos brazos que desearía que me abrazasen a cada hora. A cada minuto. A cada segundo. Tu pelo. Demasiado perfecto.Por cómo caminas, algo flipadillo pero encantador. Por ser distinto de los demás. Por no dejarte influenciar y ser siempre él mismo. Tu sinceridad. Por tu complicidad. Porque con tu simple hola, hace que se me pongan los pelos de punta y los nervios me coman viva.
